¿Descansar?

A pesar del tiempo, a veces se olvida de sus promesas. No solo las ha prometido a otros, sino que ella misma siente la necesidad de cumplirlas, porque con ello es feliz.
Un día se da cuenta de que a vuelto a joderla. Y, evidentemente, se siente jodida. ¿Qué se puede hacer?...No encuentra consuelo, ya está cansada de ella misma. ¿Y la muerte?
...
De pronto la idea no parece tan tonta, no parece tan lejana, y ella ya no está temerosa.

El vacío...que descanso. Que paz.

De pronto la muerte parece la solución, parece la respuesta.

Pero no...

Mientras duerme un sonido repetitivo, suave, cálido, una respiración, la despierta. Y mira. Y ve. Y sus ojos se llenan de lágrimas, porque comprende que allá donde quería dirigirse esta imagen no existe. Y su conciencia le grita que no es tarde. Y su valor se alza y le grita que ya está bien. Ahora sí que no tiene miedo, ya no teme a la vida, porque ella es otra.

Podría

Me siento un poco cansada.

Sé que no tengo muchos motivos, sé que me quejo de vicio...pero en este momento desearía no estar donde estoy.

Podría ser fin de semana, estar tranquilamente durmiendo la siesta después de comer, levantándome y dándome una buena ducha para salir a dar una vuelta de esas que se hacen laaargas pero tan agradables que querrías que nunca acabaran.

Podría se fin de semana y viajar con un coche destino ninguna parte, escuchando música, charrando, quedándose en silencio porque no hay nada que decir, parando en un bar de carreterea para tomarse un café porque, con el frío, me lo pide el cuerpo y llegando a un lugar maravilloso que nunca había visto y que se convierte en todo un descubrimiento.

Podría ser fin de semana y salir de fiesta de viernes a domingo, divirtíendome como nadie en el mundo, sin parar de reírse, de bailar, de hablar, de entrar y salir y llegando a casa, mareada, para tumbarte el la cama, donde todo da unas pocas vueltas, para quedar rendida hasta quién sabe cuándo.

Podría, pero no...Hoy es lunes, en el trabajo, esperando que un montón de niñas vengan para entrentar a voley sin yo tener ningunas ganas, sin poder verte, ni oirte, ni hablarte...Podría estar a tu lado y estaría mucho mejor, más feliz, pero es lo que hay. Tendré que esperar al fin de semana.

Tecnología

Siento estos últimos días de silencio. La verdad es que pocas escusas puedo dar, a no ser, que no paro en casa, que ha habido muchas fiestas con lo cual me suelo pirar (pudiendo adjuntar la segunda en la primera) y que se me ha estropeado el ordenador de casa...¿Qué pasa con la tecnología últimamente?. No es por ponerme en plan cincuentona a decir que antes las lavadoras duraban toda la vida o que los coches se heredaban de padres a hijos. No es eso. Pero realmente estamos haciendo tecnología de usar y tirar, y tampoco la usamos demasiado. Mis experiencias tecnológicas suelen ser bastante frustrantes. Desde la tele, el ordenador, el coche y el tan maldecido por todos teléfono móvil, no me he librado de casi ninguna de las averías.

En junio de este año mi televisión se apagaba de pronto, sin previo aviso y sin posibilidad de volver a conectar...Bueno, pues se la llevaremos a un técnico, que es una buena tele y tal...(lo típico). Tardó...cuatro meses en arreglarla (de junio a últimos de septiembre). El mismo día que la trae empieza a hacer lo mismo. Primera cuestión, reafirmamos la teoría de que no vale la pena arreglar. Y segúnda, ¿por qué el técnico nos da la tele cuando ya nos habíamos acostumbrado a estar sin ella, y además no funciona?...Tele nueva.

Lo del ordenador ha llegado un momento que ya no sé explicarlo, y ni siquiera me extraña cuando me aparece un cartelito raro en la pantalla y deja de funcionar de pronto. Simplemente pienso...otra vez. Pero vamos, casi tengo la misma sensación que cuando pierdo un tren o algo así...me jode, pero bueno...pasa taaaantas veces. Al final acabaré por tirar este ordenador a la basura y, por supuesto, ordenador nuevo.

Si vemos el coche...la semana pasada pinché una rueda, hará un año se me rompió un manguito y se salió toda el agua, y como no funcionaba el termostato, casi quemo el motor entero (otra teoría: todos los factores que pueden hacer que te des cuenta de una cosa conspiran contra tí, seguro). Así que entre ITV's, seguros y reparaciones, probablemente ya me podría haber pagado un coche nuevo.

Y el móvil...¿qué decir de él?Todo lo que diga suena a poco, se puede ampliar y exagerar, seguro que habrá alguien con experiencias diferentes e incluso peores, pero es que en seis años he tenido más móviles que muñecas en toda mi infancia...Por ahora espero aguantar un par de años más antes de tener que comprar el móvil nuevo.

Lo peor de todo es que hay gente que disfruta consumiendo tecnología, la tecnofilia...No considero que yo tenga un problema de tecnofobia, pero la verdad...un poco de margen no me vendría nada mal.

Vaguear

¿He de pedir disculpas por haber estado una semana totalmente desconectada grácias a las numerosas fiestas y puentes de la semana pasada?...¿He de sentirme mal por no haber visto la televisión, ni encendido el ordenador, y ni siquiera mirar un libro?...¿He de pensar que está mal hacer el vago como yo lo he hecho, durmiendo hasta tarde, dando paseos al atardecer, saliendo de cena?...

En ocasiones nos sentimos mal, y pensamos que es una pérdida de tiempo. Puede que en otra situación yo pensara lo mismo, pero no. Esta vez no. Esta vez he ganado tiempo, porque lo he vivido como, cuando y con quien quería.

Me considero un persona más o menos responsable, pero por otra parte odio a las personas con ese sentido de la responsabilidad que les hace ser seres aburridos, amargos, desganados y preocupados. Entiendo, y quien me conoce lo sabe bien, que hay momentos en que uno se ha de poner las pilas y ha de hacer lo que ha de hacer. Pero cuando no se tiene nada que hacer lo mejor es no hacer nada, disfrutar de ese tiempo que todos ansiamos pero que muchos, por estar continuamente preocupados por lo que podrían conseguir durante ese momento, no disfrutan. Yo consigo vida. ¿Y tu?.

Tele

Esta semana, de nuevo, ha empezado el trabajo.

Los niños sonrientes esperan en sus clases que entren los profesores para recibir clases, y a mi me esperan para "divertirse"...en teoría eso es lo que debemos hacer los monitores, nuestro trabajo, más que educar (que por supuesto también) es divertir.

Pero eso no siempre resulta fácil, y en parte esto tiene que ver con el problema que se está detectando en la educación, que afecta a nivel general en todas las actividades que se imparten en un colegio. La apatía y la desgana reina en los niños de hoy, sobre todo en los adolescentes. No me pondré ahora paternalista, diciendo que el pasado siempre fue mejor, y que nosotros fuimos unos adolscentes modelo, implicados social y politicamente. NO. Pero hoy por hoy es muy difícil motivar a un jóven. En ocasiones ni las acampadas o los viajes a la nieve que todos nosotros esperábamos con ánsias les emocionan. Prefieren mirar que hacer algo...y eso a veces se contradice con muchas de las cosas que la comunicación y los medios intentan ofrecer, la interactividad. ¿Se plantean si realmente tanto se quiere la interactividad?¿Puede que al final realmente prefiramos la pasividad, que piensen por nosotros?.

No sé, pero hoy me ha llamado mucho la atención una cosa que me han dicho. Pondré en situación. Clase de teatro con niños de 8 y 9 años. Como era la primera les he pedido que hicieran una pequeña presentación, diciéndome sus nombres y las cosas que más les gustaban. Normalmente decían que los animales, y yo pensando, ¡mira que bien!, y acto seguido me decían, y lo que más me gusta hacer es "mirar la tele". No jugar con muñecas, ni al ordendor, ni a la consola, no...la tele.

Bueno, no sé si es tan sorprendente, pero realmente la presencia de la caja tonta sigue siendo enorme, muy por encima de otros elementos. Y es que al final la televisión tardará en ser destronada.