Exámenes
Es, por supuesto, una etapa que no gusta a nadie. Sobre todo molesta en verano, cuando lo que más apetece es salir, tomar el sol…
Pero bueno, supongo que los estudiantes estamos acostumbrados a estas temporadas de reclusión en casas y bibliotecas.
Pero a mi, lo que más me llama la atención es el cansancio post-examen.
Y no me refiero a cuando acaba la época de controles y ya has acabado del todo, y te das cuenta de que tienes la espalda como una piedra, y entonces tus padres te dicen que se trata de la tensión acumulada. Aunque esto también es algo digno de asombro (como el propio cuerpo rechaza los exámenes), yo me refiero fundamentalmente a cuando se acaba un examen, sea el primero, el último o alguno del medio. Me suelo encontrar agotada, además de ansiosa y con una gran necesidad de azúcar.
Sé que se dice que durante un examen se quema una barbaridad de glucosa, pero hasta llegar a la Universidad nunca había notado esa carencia al finalizar un test.
Seré normal, ¿no?...Yo igualmente, después de cada examen me tomo un refresco y como nueva.
Pues yo me siento igual que tú cuando acabo los exámenes. Como si fuera un pulpo al que hubieran pegado una paliza para hacer blando. Algo así...
Así, que supongo que será normal ;)
PD: Ais xicona, que difícil se´m fa parlar-te en castellà! Gràcies pel teu comentari al meu blog, era el que volia que pensareu...
Besos!