Estrés
Llega el verano.
Ahora sí empieza una situación de estrés. Y no lo digo por los exámenes o los trabajos que tengamos que entregar. No lo digo por las horas de biblioteca y los nervios pre-control a la espera de entrar a un aula.
Lo digo por los quilos, los pelos y el vikini...
No soy una persona excesivamente coqueta. No suelo estar pendiente de mi imagen. Pero en esta época empieza una campaña social inmensa contra todo aquello que se considera antiestético. Oye! ¿que yo me he puesto unos quilitos de más este invierno?, pues los enseñaré en verano, con lo que me han costado de criar...¿que tengo unas ganas tremendas de ir a la playa y darme un baño en el mar?, pues si tengo pelos quien quiera que mire, y quien no, que se aparte.
Sé que luego iré a depilarme, y que procuraré controlar mi dieta, pero cada vez estoy más convencida de que el pensamiento dominante debe de ser ese, de que ese es mi destino, y ojalá fuera el de todo el mundo.
Voy a cenar, unos yogurts (para eso de que me he pasado un poco este mediodia).